Creo que en un momento trágico de mi vida, llegué a pesar 90 kilos. No lo sé con exactitud, porque no me pesaba, pero es un cálculo aproximado... eso fue en 1999.
Años más tarde, en 2007, pesaba 83 kg, y fue cuando me dije a mí misma, ¡frena!
Siempre tuve problemas con la comida, me considero comedora compulsiva, un pariente muy cercano sufrió anorexia, en fin... tenía todas las papeletas. Los atracones y las purgas comenzaron a los 16 años, más como una forma de eliminar tensiones que otra cosa.
Después pasé años sin purgarme, de ahí que me volviera obesa, puesto que era incapaz de comer ordenadamente... Incluso cuando hacía una dieta e iba al gimnasio adelgazaba terriblemente despacio. Sufría depresión,ansiedad, casi no salía de casa, supongo que mi metabolismo se bloqueó...
En 2007 encontré mi primer empleo, me enamoré de un hombre (con el que nunca estuve) y conseguí bajar algunos kilos, que obviamente luego recuperé... El año pasado le volví a ver. Y conseguí bajar hasta los 65,9 kg, nada mal teniendo en cuenta que mi meta son 55,5.
Pero luego me quedé en paro, llegó el verano, que es un etapa que siempre he detestado del año, junto con la Navidad, y bueno, ahora mismo peso unos horrendos 72,3 kg.
Encima este año no voy a ver a Fernando (mon amour) Después de pasar por la depresión de saber que va a estar lejos de mí un año, he decidido que no es razón para dejar de luchar: NO¡
Porque un año pasa rápido, altezas, y cuando le vuelva a ver la próxima primavera seré un ángel perfecto digno de su amor
Delgada, ligera, hecha de aire...
Una vieja gloria de los desórdenes alimenticios
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario